jueves, 7 de marzo de 2013

Progresa adecuadamente

Hoy en este post me gustaría reflejar algunos detalles sobre la evolución de un toro bravo en su etapa de crecimiento, cuestión que en muchos casos a los que estamos en la rutina diaria de las labores de campo, nos cuesta valorar en su justa medida. Pero en una de esas jornadas de calma, detenimiento y reflexión, en la que puedes echar mano del archivo fotográfico y repasar lo acontecido durante los últimos meses, llegas a sorprenderte tanto o mas como ha ocurrido en mi caso, hoy mismo.

Esta temporada como ya suele ser costumbre en nuestra finca decidimos apostar por una punta de ganado joven (que viniera a complementar a la punta de clásicos cinqueños), con el cometido de verlo evolucionar y desarrollarse en nuestras instalaciones, para finalmente ser exhibido hacia los mese finales del verano. Así se adquirieron ejemplares de Toros de Gerardo Ortega, Peñajara y La Palmosilla, todos herrados con el guarismo 9 y por consiguiente cuatreños en la presente temporada 2013. Tras su desembarque a finales de Octubre en nuestras instalaciones de la Finca Calderona, a diario hemos sido testigos de su paso de utreros a cuatreños y del progreso constante en su cuajo como toros.

En  la siguiente fotografía se muestra el toro perteneciente a la divisa onubense de Toros de Gerardo Ortega en el mes de Noviembre, justo unos días después de haber llegado a nuestras instalaciones.


Ahora ya recién cumplido de cuatreño y en una fotografía realizada en los últimos días del mes de febrero, se muestra la evolución del toro tanto en su complexión física, como en la expresión de su cara. 


Aunque de todos es sabido que en esta nuestra zona levantina los inviernos no son rigurosos y el que acabamos de pasar no ha sido especialmente duro, miramos con esperanza hacía la evolución que pueda llegar a alcanzar este ejemplar tras el paso de la primavera, época de expansión y explosión de la vida en el campo por antonomasia. Evolución que por supuesto nos será a bien compartir con todos vosotros en futuras entradas del blog.

Para reafirmarnos en lo expuesto anteriormente y mostrar que no es un caso puntual si no la evolución natural de ese maravilloso cambio en la idiosincrasia de un astado que es el paso de utrero a toro, a continuación os mostramos las instantáneas que así lo reflejan de otro de los hermanos de cámada del anteriormente expuesto, también de la prestigiosa ganadería de Toros de Gerardo Ortega.


La primera de las imágenes fue tomada el pasado mes de diciembre, sobran las palabras al compararla con la siguiente, tomada el pasado mes de febrero en el mismo mes en el que este ejemplar cumplía sus cuatro años de edad.


Contentos con la evolución y el progreso, disfrutando de poder vivirlo en primera persona día a día  y con mucha ilusión por ver el reflejo del paso de la primavera sobre estos dos astados utilizados como ejemplo (así como de sus respectivos hermanos de cercado), tenemos la esperanza de poder llegar a compartir con todos vosotros instantáneas de su plenitud con el cuajo y el trapío que a todos los aficionados nos gusta y dando alegrías en su exhibición por las calles de los festejos populares del próximo verano.

Fotografías: Pedro Verdegal. 

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